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De los 9 esquiadores, 2 son discapacitados físicos y los otros 7 son ciegos y deficientes visuales que esquían cada uno con un guía que le precede y le indica el camino que ha de seguir. Por lo tanto, son 16 los esquiadores que componen el equipo español, que se completa con los técnicos, entrenadores, médicos y fisioterapeutas, hasta hacer un número de 28 componentes de la delegación española.

Los nueve esquiadores españoles participan en las cuatro pruebas del Esquí Alpino: Descenso, Super Gigante, Eslalon Gigante y Eslalon Especial.

El objetivo del equipo español era lograr un número de medallas similar a las 7—8 conseguidas en las dos últimas ediciones de los Juegos Paralímpicos (Nagano‘ 98 y Salt Lake City’02), lo que situó a España entre los 12 primeros puestos del medallero. Sin embargo, la lesión sufrida por el esquiador Yon Santacana, una de las principales bazas del equipo español, hacen rebajar estas expectativas, situando la previsión de medallas en 3 ó 4.

Además de Esquí Alpino, en los Juegos Paralímpicos de Turín se disputan pruebas en otros tres deportes: Esquí Nórdico, Hockey sobre Hielo y Curling en Silla de Ruedas, pero en ninguno de ellos hay participación española.

Las instalaciones que albergan estas competiciones son las mismas que unos días antes han acogido los Juegos Olímpicos, al igual que las dos Villas Paralímpicas, una en Turín y la otra en Sestriere, en las que se alojan los más de 520 deportistas, procedentes de 40 países.