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El corredor con discapacidad visual Jon Santacana y su guía, Miguel Galindo, volvieron a ser los protagonistas de la competición, ya que consiguieron proclamarse campeones del mundo por triplicado, en las pruebas de descenso, supergigante y gigante. En las dos últimas revalidaron los títulos logrados hace dos años en Sestriere (Italia), mientras que en la prueba reina de la velocidad son los vigentes campeones paralímpicos desde Vancouver 2010. En el eslalon especial y la supercombinada no tuvieron tanta suerte, ya que sufrieron sendas caídas y no lograron finalizar.

Un gran trabajo realizó también la otra pareja española que compite en el grupo de esquiadores ciegos o deficientes visuales, formada por Gabriel Gorce y Arnau Ferrer. Aunque no lograron subir al podio, sí lo rozaron en varias ocasiones: en la supercombinada fueron cuartos a tres centésimas del bronce, en el descenso quintos (a 37 centésimas) y en el supergigante sextos (a 32). Por otro lado, en el gigante acabaron 12º y en el eslalon fueron descalificados.

En este campeonato también participaron tres esquiadores españoles con discapacidad física. La balear Úrsula Pueyo, que compite de pie, concluyó novena en el gigante y décima en el eslalon. Entre los deportistas que esquían sentados, Óscar Espallargas y Nathalie Carpanedo fueron noveno y décima en el gigante, mientras que ninguno logró cruzar la meta en el eslalon.

Con las tres medallas de oro de Santacana y Galindo, España finalizó en el quinto puesto del medallero definitivo, que quedó encabezado por Austria, Francia y Rusia, con doce metales cada una.