El ciclista César Neira, que tiene placas de titanio en la cabeza después de recibir una explosión cuando trabajaba en una cantera, consiguió hoy la medalla de oro en la contrarreloj individual de los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008.
De esta forma, Neira siguió el ejemplo de Javier Ochoa, que pocos minutos antes subió a lo más alto del podio también en la contrarreloj, pero en otra categoría.
Con altas temperaturas, Neira rodó en un circuito de 24,8 kilómetros próximo a las Tumbas Ming, situadas en el noroeste de Pekín y lugar donde están enterrados 13 emperadores de la dinastía Ming.
El ciclista madrileño realizó un tiempo de 35´´53"98 y aventajó en dos segundos al australiano Christopher Scott y en 16 segundos al japonés Masashi Ishii.
Al acabar la carrera, Neira comentó a los periodistas españoles desplazados a Pekín que rodó en "un circuito muy duro" y que concluyó la primera mitad de la prueba a dos segundos de Scott.
"No podía más porque iba a 200 pulsaciones por minuto. No sé cómo he aguantado, pero al final he apretado los dientes porque yo venía a ganar", añadió Neira, que mostró a los periodistas el reloj de su bicicleta, el cual reflejaba una media de 199 pulsaciones por minuto durante la carrera y un punto máximo de 212 pulsaciones.
Con esta medalla de Neira, España acumula ya un total de 34 metales en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008: 8 de oro, 15 de plata y 11 de bronce.
