Sergio Ibáñez, Daniel Gavilán y María Manzanero, a por las medallas en el Europeo de Judo para Ciegos de Cerdeña

Tres deportistas españoles compiten desde mañana viernes y hasta el domingo 4 de septiembre en el Campeonato de Europa de Judo para Ciegos, que tendrá lugar en el Cagliari Sport Palace ‘Palapirastu’ de la ciudad italiana. A la máxima competición continental, que fue aplazada el año pasado por la pandemia y la celebración de los Juegos Paralímpicos de Tokio, asistirán Sergio Ibáñez, María Manzanero y Daniel Gavilán.

El zaragozano Sergio Ibáñez (J2) parte como uno de los favoritos al haberse colgado la medalla de plata en la capital nipona en la categoría de -66 kg. y la de bronce en el último Europeo, disputado en Génova en 2019. El madrileño Daniel Gavilán (J2) también afronta con opciones el Europeo después de imponerse en el Egyptian Pyramids International, primera gran competición mundial de la temporada. Esa misma medalla se colgó la también madrileña María Manzanero (J1), que además logró el título en mayo en la Gymnasiada de Normandía dentro de la categoría de -57 Kg. La joven, única judoka ciega total del equipo español, disputa en Cerdeña su primer campeonato continental.  

Todos ellos han participado en diferentes concentraciones durante los últimos meses con el objetivo de llegar de la mejor manera a este Europeo de Cagliari y al posterior Campeonato del Mundo, que tendrá lugar en noviembre en Bakú (Azerbaiyán).

Los tres deportistas estarán acompañados por la directora técnica de judo de la Federación Española de Deportes para Ciegos, Marina Fernández; los entrenadores Sonia Andonegui y Raúl Clemente; el médico Diego Toro y la fisioterapeuta Marta Moro.

Tras los Juegos Paralímpicos de Tokio, la Federación Internacional de Deportes para Ciegos introdujo un importante cambio en las pruebas de judo, consistente en organizar la competición en función de la discapacidad del deportista y no sólo de su peso corporal, como se venía haciendo hasta entonces. Como consecuencia, se crean las categorías J1 para los judokas ciegos totales y J2 para los que tienen un limitado resto de visión. Con ello se pretende proteger a los contendientes con mayor discapacidad, cuya participación había ido decayendo en los últimos años.

Tras este cambio en el reglamento, los judokas J1 y J2 no compiten entre ellos a menos que no haya suficientes participantes. En ese caso y bajo mutuo acuerdo, sí podrían hacerlo.

El judo es uno de los deportes que requiere menos modificaciones cuando lo practican personas con discapacidad visual y sólo es preciso que los combates se inicien con los dos deportistas agarrados. Si se sueltan, el árbitro interrumpe la competición a fin de que vuelvan a cogerse.

Existen también algunas otras modificaciones, relativas a la forma en que los árbitros transmiten las señales a los deportistas, ya que no lo podrán hacer por gestos, que es como se hace habitualmente. En el caso de las personas con sordoceguera, la manera de darles los avisos está adaptada al tacto y recogida en el reglamento.

 

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