Álex Vidal se siente “muy, muy contento” por ser el primer taekwondista español clasificado para unos Juegos Paralímpicos 

El deportista coruñés Álex Vidal intervino este jueves en el programa 'Objetivo Tokio' de Teledeporte (TVE), donde reconoció que está “muy, muy contento” por ser el primer taekwondista español clasificado para unos Juegos Paralímpicos, los de Tokio en 2021, en los que esta modalidad debutará en el programa de competición. 

Vidal explicó que el taekwondo ha cambiado mucho desde que se aprobó su inclusión en el calendario paralímpico: "Desde el año 2016 que empezamos la carrera paralímpica, es una carrera bastante más dura”. “La gente se profesionaliza mucho más” pero en términos económicos “nos valoran y podemos subsistir mejor”. 

Álex Vidal conversó con el director y presentador del programa, Amat Carceller, y con el colaborador habitual de Teledeporte y jugador de tenis de mesa paralímpico, Alberto Seoane, a quienes explicó las principales variaciones entre el taekwondo olímpico y el paralímpico: “La diferencia prácticamente es que no nos dejan tirar patadas a la cabeza y luego que los puños en nuestro caso no contabilizan”. 

El gallego, al que su madre llamaba “culito inquieto” porque siempre estaba activo, relató cómo llegó al taekwondo tras practicar otras modalidades: “En el año 2003 o 2004, los médicos me dicen que siga mi rehabilitación de los brazos en un centro deportivo y yo me apunto al que es mi equipo ahora, el Natural Sport, y ahí conozco a mi entrenador. Como él sabía que yo hacía deportes de pierna como atletismo o fútbol, me anima un día a entrenar, dar cuatro patadas y soltar un poco de adrenalina”.  Aunque empieza "con gente mayor en taekwondo salud”, el técnico enseguida ve “que tengo cualidades” y "a los pocos meses me da la opción de venir a una clase de competición”.  

“Yo veía a los chavales de competición, más jóvenes que yo, y veía como zurraban”, admitió. “Pero yo soy algo cabezón, probé y lo que más me gustó es que desde el primer día me trataron como uno más, como si estuviera con ellos toda la vida”. “Me preguntaron si me dolían los brazos, yo les dije que no y el primer día fui para casa y con una tunda, me dieron la del pulpo”, rio Vidal.  "Pero eso me gustó, que me tratarán como uno más. Y dije: algún día yo les meteré algún punto, y así me enganché”. 

Desde entonces, el deportista de Santa Eugenia de Ribeira (La Coruña) ha ganado cuatro títulos mundiales y otros cuatro continentales: “Ha sido una carrera de fondo”, “un camino muy largo y muy duro”. Álex Vidal consiguió la clasificación para Tokio al finalizar 2019 entre los dos primeros deportistas del ránking de la clase K43 menos de 61 kilos, que en la cita japonesa competirán con los de la clase K44, que tienen menor discapacidad en los brazos.  

"Ahora lo que hicimos fue subir un poquito nuestro peso haciendo un trabajo de fuerza para mantenernos en 57-58 Kg., un equilibrio de velocidad y potencia porque ahora el golpe tiene que ser más fuerte y aguantar las embestidas de los compañeros me merma bastante”. “Buscamos un equilibrio donde tengamos la velocidad suficiente y la pegada suficiente para sorprenderlos”, señaló. 

En cuanto a las limitaciones impuestas por el coronavirus en un deporte de contacto como el suyo, Vidal explicó que "aquí en Galicia tenemos que poner un filtro que le llamamos pantalla y la verdad es que agobia un poco”. “Bajas un poco los tiempos de entreno y entras un poquito antes en fatiga, pero poder entrenar es lo más importante a día de hoy para poder llegar lo mejor posible a la Paralimpiada”. 

 

Categoría